Tres inmigrantes viajaron durante 11 días y casi 4.600km en el timón de un barco.

 Tres inmigrantes nigerianos fueron rescatados después de un arriesgado viaje de 11 días desde Nigeria a las Islas Canarias, donde fueron encontrados escondidos detrás del volante de un bote. Su dramática historia es un recordatorio de los peligros y desafíos que enfrentan los migrantes en busca de una vida mejor.



El petrolero Alithini II, en el que se encontraban, llegó al puerto de Las Palmas con signos de hipotermia y deshidratación. Las imágenes capturadas muestran a los tres hombres sentados bajo el casco del enorme camión cisterna, con los pies casi tocando el agua. Fueron llevados de inmediato al hospital para recibir atención médica de emergencia.

El viaje comenzó en el puerto nigeriano de Lagos el 17 de noviembre, y tras casi 4.600 kilómetros (2.800 millas náuticas) de travesía, llegaron a su destino en España. Estos casos no son aislados, ya que en los últimos años se han producido varios rescates marítimos similares en la región.

El viaje en sí es extremadamente peligroso para los migrantes, quienes se exponen a condiciones climáticas adversas y al mar embravecido. Además, el hecho de viajar ocultos en la timonera de un barco de gran tamaño como este supone un riesgo adicional para sus vidas.


Otro desafío al que se enfrentan es el cambio en el calado del barco, que varía según el peso de la carga transportada. Esto significa que las áreas por las que transitan podrían estar completamente bajo el agua en determinados momentos del viaje.

Estos incidentes son un recordatorio de que la migración irregular es un problema global que requiere una respuesta humanitaria y una mayor cooperación entre países. No es la primera vez que vemos casos como este, y desafortunadamente, es probable que no sea la última.

Es responsabilidad del armador del barco devolver a los polizones a su punto de origen. Mientras tanto, miles de inmigrantes provenientes de África occidental y del norte han llegado a las Islas Canarias en busca de asilo en los últimos años. Muchos de ellos arriesgan sus vidas en peligrosos viajes en autobuses abarrotados desde puertos en Marruecos, Mauritania, Nigeria y el Sáhara Occidental.

Esta historia nos recuerda la importancia de abordar las causas fundamentales de la migración y trabajar juntos para encontrar soluciones humanitarias y seguras. La empatía y la solidaridad son fundamentales para garantizar un mundo donde todos los individuos tengan la oportunidad de buscar una vida mejor sin poner en riesgo sus vidas en el proceso.